Blog Runner

Hacía tiempo que iba detrás de un libro de criptografía como éste. Un libro que explicase los intrincados secretos de la criptografía. Pero más que explicarlos, era imprescindible que los explicase con gracia narrativa, dado que la parte matemática no supone un problema.
El libro hace un repaso a la historia de la criptografía, empezando por la simple transposición de CESAR, y va abanzando poco a poco por los éxitos y fracasos de la criptografía hasta explicar de una forma muy amena el cifrado RSA, el que impera en estos momentos hasta que los ordenadores cuánticos sean capaces de romperlo en tiempo lineal.

Quizás el único pero que se le puede achacar al libro es la poca profundidad que da en uno de los episodios más conocidos, la batalla contra Enigma. Quizás sea por el intenso relato que se está haciendo en Kriptopolis del mismo episodio, pero encuentro que es el único punto que flojea.

Del mismo se extraen unos cuantos ejemplos sobre protección de datos y sobre autenticidad del emisario. Tanto como para plantearse de forma seria el pedir una clave a la administración para poder identificarse delante de los demás… ¿Será ese el futuro que nos espera? Circularemos por internet con el «DNI-e» en la boca? La guerra hace tiempo que ha empezado. El bando que salga ganador de la misma decidirá el uso de internet en los próximos años… ¿De qué lado estás? ¿Privacidad o Publicidad? ¿Derechos individuales o derechos colectivos?

Escoger un bando pocas veces había sido tan difícil:
Si abogamos por la privacidad estamos abocados a una red con Spam, sin ningún tipo de control sobre los contenidos que se vierten en la misma. Como los datos serán anónimos acabará por no poderse perseguir a los criminales que utilizan la red para sus fines, estafadores, pedófilos, spammeros, terroristas,…
Si abogamos por la publicidad de la red estamos acabando con la libertad de expresión, con la libertad de información al estar todo controlado como en un Gran Hermano.

Evidentemente la solución se encuentra en un punto intermedio, ni un extremo ni en el otro, pero ¿En qué punto?¿Existe un punto intermedio? Personalmente creo que en este caso no existe punto intermedio, dado que o se puede tener privacidad en las comunicaciones o no. Ahora mismo no existe término medio y realidades como Echelon que monitorizan de forma automática las comunicaciones demuestran que en el mundo digital todo es binario, o 0 o 1, no existe el estado «cuántico» a0+b1.